# Nuestro amor era igual que una tarde de abril, que también es fugaz como ser feliz. Pudo ser y no fue, por ser la vida como es. Nos dio la vuelta al revés. Nuestro amor era igual que una mañana sin fin. Imposible también como no morir. Yo sigo estando enamorada, y tú sigues sin saber si lo has estado, y si te quise alguna vez. Después nos hemos vuelto a ver alguna vez, y siempre igual, como dos extraños más que van quedándose detrás.Esta extraña se ha entregado hasta ser como las palmas de tus manos, y tú solo has actuado. Yo aún sabiendo que mentías me callé, y me preguntas si te amé. Yo que lo había adivinado, y tú sigues sin saber que se ha acabado. Por una vez escúchame. Mirándonos aquí diciendo adiós.

No hay comentarios: